Por Catherine Wihtol de Wenden
Traducción : Daniel Del Castillo
Passage au crible n°10
En el transcurso de la primera semana de Noviembre de 2009, tuvo lugar en Atenas el tercer Foro Global sobre Migración y Desarrollo. Este acontece después de los Foros sobre el mismo tema que tuvieron lugar en Bruselas en el 2007 y Manila en el 2008. Esta cumbre representa un proyecto de gobernanza mundial para las migraciones, que asocia a los países receptores, Organizaciones Intergubernamentales, ONGs, asociaciones, sindicatos, entidades patronales y expertos.
> Contexto histórico
> Marco teórico
> Análisis
> Referencias
En 1994, la Conferencia Internacional sobre la Población de El Cairo mencionó, por primera vez, las migraciones internacionales como un tema de interés internacional. Diez años más tarde, después del GMG (Geneva Migration Group, ancestro del actual Global Migration Group), el Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, apoyó esta iniciativa con la instauración del diálogo de Alto Nivel que tuvo lugar en Nueva York en 2006, y que permitió la creación de los Foros Anuales de Migración y Desarrollo. En estas circunstancias, se trataba de dificultar las derivas de las políticas intergubernamentales de los países receptores. En efecto, éstos últimos siempre han insistido en el control fronterizo, que ha producido múltiples efectos negativos y graves violaciones a los Derechos Humanos.
Desde 2004, varios organismos internacionales el GMG, ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados), OIT (Organización Internacional del Trabajo) y OIM (Organización Internacional para las Migraciones) propusieron elaborar un mecanismo multilateral con el objeto de desarrollar una plataforma común en materia de políticas migratorias. Considerando el bloqueo a la movilidad como una pérdida económica, social y cultural para los países tanto de acogida como de origen, y para los mismos migrantes, estos organismos quisieron asegurar la movilidad a escala mundial y transformarla en un factor de desarrollo.
Se trata de un doble proceso. Por un lado, las migraciones se definen como un BPM (Bien Público Mundial), problema central de la gobernanza mundial. Por otra parte, se promueve el multilateralismo como el método de negociación entre dos actores que tienen intereses opuestos.
1. Las migraciones, Bien Público Mundial. Los trabajos de los expertos demostraron que la movilidad constituye un elemento esencial del Desarrollo Humano. Con el fin de reducir las desigualdades a escala planetaria, ellos indicaron que sería conveniente y consecuente apoyar políticamente la movilidad para erigirla como un BPM.
2. El multilateralismo, como método. En el marco de las Naciones Unidas, el compromiso de 2006 consistió en asociar Migración y Desarrollo, dos nociones centrales de los foros mundiales posteriores. Recalquemos tres lineamientos importantes: 1) Un diálogo sobre las migraciones y el desarrollo puede ser objeto de compromiso, a condición de que exista un intercambio entre posiciones enfrentadas. 2) La migración debe ser tratada en relación al desarrollo, sin centrarse exclusivamente en las repercusiones económicas de las transferencias de fondos de los emigrantes, sino más bien en la innovación y libertad que facilita la movilidad. 3) Es importante concentrarse en las medidas funcionales que permiten administrar las migraciones de manera positiva, siguiendo un procedimiento que favorece a todos, tanto a los países de acogida, como a los de origen y a los propios migrantes. El multilateralismo también ofrece la oportunidad, a los diferentes protagonistas, de manifestar el carácter fuertemente transnacional de los flujos migratorios y de los comportamientos que resultan de éstos. Dentro de esta lógica, el multilateralismo también expone la creación de redes económicas, familiares, sociales y culturales. Esta diplomacia de las migraciones permite exceder el enfoque de seguridad, que no ve en las migraciones sino el paso y control de las fronteras, así como las violaciones a la soberanía estatal.
Los tres foros que tuvieron lugar en Bruselas, Manila y Atenas reunieron, separadamente, a los Estados de inmigración y emigración con el mundo de las asociaciones 1000 participantes en Atenas, asociaciones de migrantes, asociaciones de defensa de los Derechos, expertos, sindicatos, empleadores, asociaciones de desarrollo. En cuánto a sus intereses, que permanecen dispersos, son incluso contradictorios. Además, la mayoría de las asociaciones, al igual que los países receptores, concentraron sus esfuerzos en torno a la firma de la Convención de 1990, por parte de los Estados del Norte. Este tratado, además de incluir los derechos para los emigrantes en situación irregular incluso los emigrantes ilegales, formula los de todos los trabajadores emigrantes y los de sus familiares. Habiendo entrado en vigor en el 2003, incluye también artículos consagrados a la cooperación internacional. Pero hasta ahora, se trata de un fracaso ya que los 42 Estados adherentes son todos Estados del Sur. Los sindicatos consideran además que dicho tratado proviene de una diplomacia paralela, al término de la cual los representantes de las sociedades civiles fueron víctimas de cooptación y dejados al margen de las negociaciones. Finalmente, los sindicatos estiman que las discusiones entre las asociaciones de diásporas y las ONG no fueron transparentes, así como denuncian dicho proceso, organizado fuera del marco de las Naciones Unidas.
Sin embargo, grandes organizaciones como el ACNUR, OIM, CCIM (Comisión Católica Internacional de las Migraciones) y la OIT realizaron un balance positivo de la actividad, recalcando su dimensión progresiva. En efecto, mientras que el Foro de Bruselas insistió en la pertinencia de la metodología desde los Derechos Humanos, el de Manila se dedicó, por su parte, a ponerla en práctica. En cuánto a la cumbre de Atenas, se planteó la cuestión desde el punto de vista del desarrollo de los países de origen y de destino.
En Atenas, las principales propuestas que fueron expuestas por los protagonistas son las siguientes: 1) Integrar la migración a las estrategias de reducción de la pobreza. 2) Asegurar una mejor coherencia y coordinación entre migración y desarrollo en las políticas nacionales. 3) Recolectar datos sobre las migraciones circulares en los países de origen y acogida. 4) Reunir los perfiles migratorios y las experiencias de retorno al país, incluyendo las diásporas. 5) Comparar las prácticas de integración y protección social más satisfactorias. 6) Reducir el costo de las transferencias de fondos. 7) Estudiar el resultado de estas transferencias en el bienestar de las poblaciones que se quedaron en sus respectivos países. 8) Analizar el impacto del cambio climático en la migración. 9) Proceder en todos estos puntos teniendo en cuenta una buena coherencia institucional.
A pesar de esto, ¿cuáles pueden ser las perspectivas de este Foro? A minima, los actores de la sociedad civil acordaron evitar en el futuro la política de la silla vacía. Para el próximo Foro, que se llevará a cabo en México en el 2010, dichos actores contemplan crear un espacio de debate global, más legítimo y creíble. Dentro de esta misma lógica, nuevas consideraciones para algunos conceptos imprecisos sobre todo aquellos de país de origen, acogida y tránsito estarán en el orden del día. Pero, como en materia migratoria la simbología es fundamental, incluir a Naciones Unidas y por ende al ACNUR será determinante para dar mayor consistencia a esta iniciativa. Desde ahora, está claro que debemos pagar este precio con el fin de realizar una gobernanza mundial para las migraciones.
ICRMW (International Steering Committee for the Campaign for Ratification of the Migrants Rights Convention) Ed., Guide on Ratification International Convention of the Rights of all Migrant Workers and Members of their Families, Ginebra, Abril de 2009.
PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) Ed., Informe sobre desarrollo humano. Superando barreras: Movilidad y Desarrollo Humanos, PNUD, Nueva York, 2009.
Wihtol de Wenden Catherine, La Globalisation humaine, París, PUF, 2009.