Por Justin Chiu
Traducción: Daniel Del Castillo
Passage au crible n°106
El 04 de febrero de 2014, Satya Nadella sucede a Steve Ballmer, convirtiéndose de esta manera en el tercer Director General del gigante norteamericano Microsoft. En cuanto al fundador del grupo, Bill Gates, este dejó su puesto de Presidente del Consejo de Administración declarando querer dedicar más tiempo a la empresa como consejero tecnológico. De hecho, frente a las dificultades encontradas, se esperaba un nuevo dirigente de preferencia venido del exterior, para que cambiase las estrategias de la firma en profundidad. Ciertamente, esta nominación interna demostró la voluntad de alcanzar el éxito más allá de la industria del PC, ya que S. Nadella dirigía hasta ahora la división Cloud and Enterprise, única rama del grupo empresarial que presenta un fuerte crecimiento. No obstante, durante estos últimos años, la debilidad mayor de Microsoft radicó precisamente en su incapacidad para sorprender al público, así como en la lentitud de sus procesos decisorios.
> Contexto histórico
> Marco teórico
> Análisis
> Referencias
En 1981, la firma IBM produjo el primer computador personal con gran éxito – el IBM PC – del cual se vendieron varios millones de unidades. Al escoger a Microsoft e Intel como su sistema operativo (DOS/Windows) y el micro-procesador (Intel 8088), IBM contribuyó además al auge de estos dos grupos. En efecto, con sus productos respectivos, Microsoft e Intel controlan juntos la arquitectura del PC. Desde los años ochenta, estos desarrollan estrategias comunes, particularmente a través del lanzamiento simultáneo de las nuevas ofertas. Con esto, a los fabricantes de componentes no les queda otro camino que el de alinearse con sus estándares, cada vez más elevados. Dentro de esta lógica, la alianza Wintel permitió a la industria del PC producir una innovación tecnológica global, al mismo tiempo que proporcionó a Microsoft e Intel la detención de este monopolio. En cambio, los fabricantes de componentes deben constantemente bajar su costo de producción a causa de la competencia. En consecuencia, un PC equipado con Windows resulta menos costoso que un computador de Apple, el cual conserva toda la cadena de producción; lo que refuerza aún más la dominación de Microsoft.
Si bien Microsoft supo aprovechar sus programas en el mercado mundial, el gobierno norteamericano también jugó un papel relevante. De hecho, a partir de la década de los ochenta, Washington defendió la protección de la propiedad intelectual en un marco multilateral; por ejemplo con el acuerdo Trade-Related Aspects of Intellectual Property Rights (TRIPs), concluido en 1994 en la OMC (Organización Mundial del Comercio). También, a nivel bilateral con China, para obtener una reglamentación más estricta en la materia.
Gracias a su posición dominante – recordemos que sobre diez computadores existentes en el mundo, aún hoy en día nueve se encuentran equipados con Windows – Microsoft emitió beneficios colosales evaluados en cerca de 27 mil millones de dólares en 2013. A pesar de esto, la empresa ha perdido su imagen de innovador tecnológico, ya que el surgimiento de las redes sociales puso fin a su servicio de mensajería instantánea MSN. Además, su motor de búsqueda Bing ha entrado en competencia con Google, lo cual se ha revelado como una catástrofe financiera (9 mil millones de dólares en pérdidas acumuladas entre el 2005 y 2011). Por otro lado, en el sector del clouding computing, Amazon es aquel que ha tomado la delantera hasta ahora. Finalmente, Google y Apple lograron desarrollar sus propios ecosistemas alrededor de los teléfonos inteligentes y las tabletas, mientras que Microsoft e Intel tienen mucha dificultad para penetrar en este mercado.
1. La destrucción creadora de las innovaciones digitales. Concepto forjado por Schumpeter, la destrucción creadora designa un proceso de mutaciones industriales a lo largo del cual la creación de nuevas actividades económicas acarrea la desaparición de actividades desuetas en el mismo sector. Según este economista, varios tipos de innovación pueden iniciar este proceso, por ejemplo, la fabricación de productos innovadores, la aplicación de métodos de producción o de gestión inéditos, la abertura de nuevos mercados, etc.
2. El control de la estructura de producción. Durante dos décadas, la alianza entre Microsoft e Intel dominó el mercado mundial del PC con normas y estándares creados conjuntamente por los dos grupos. No obstante, el poder estructural – noción apreciada para Susan Strange – que ejercía la alianza Wintel sobre los constructores de componentes informáticos, se encuentra hoy en día ampliamente debilitado. En efecto, las dos compañías ya no se encuentran en la capacidad de dictar sus reglas de producción a escala mundial, sobre todo después de sus fracasos sucesivos y que Microsoft perdió su reputación de líder mundial en materia de innovación tecnológica.
Iniciada en los años noventa, la convergencia entre la informática y las telecomunicaciones facilitó la aparición de los teléfonos inteligentes y las tabletas digitales, verdaderos productos destinados al mercado mundial. Si bien la industria del PC todavía resiste frente a esta ola digital, sus actores deben innovar más y diversificar sus actividades; esto con el fin de frenar el decaimiento de este sector, que a partir de ahora se ha convertido en la actividad tradicional de la industria del high-tech.
Sin lugar a dudas, la nominación de S. Nadella tendrá como primer objetivo reforzar las actividades alrededor del cloud computing, diversos servicios informáticos en línea dedicados a las empresas y las administraciones públicas. Este dirigente deberá enseguida finalizar la compra de la división de telefonía móvil de Nokia, concluida por S. Ballmer en diciembre de 2013. Sin embargo, parece difícil imaginarse que la combinación de las dos estrellas caídas de la high-tech pueda producir teléfonos inteligentes atractivos. En efecto, estos objetos situados en el centro de la vida cotidiana de cada uno de nosotros se han vuelto tan personales e íntimos, que igualmente toca considerar el valor simbólico que le atribuyen los consumidores. Esto sin contar que, para aumentar sus partes de mercado, Microsoft no se lanzará de ninguna manera en los productos de entrada de gama. De este modo, con un precio que fue considerado como demasiado elevado, la tableta creada por Microsoft en 2012 – surface – no tuvo el éxito esperado. Finalmente, el atraso que sufrió con Intel en cuanto a la filial de los teléfonos inteligentes y las tabletas, les impidió después tener iniciativas.
Además, comercializado desde octubre de 2012, el Sistema Operativo Windows 8 no suscitó ni el entusiasmo ni la renovación de los materiales informáticos. Este fenómeno inédito decepcionó a los constructores de la informática, el Director de Acer incluso declaró que: « La era de Wintel se había acabado »; ya que algunos de ellos privilegiaron desde entonces la cooperación con otros gigantes de la Internet, como Amazon y Google. En lo que a este concierne, Google desarrolló productos con empresas asiáticas que antes eran fieles a Microsoft: citemos por ejemplo, la gama del PC portátil Chromebook elaborado por el coreano Samsung y el taiwanés Acer; también, la tableta y el teléfono inteligente Nexus, realizados por el coreano LG y el taiwanés Asus.
Finalmente, incluso si Microsoft perdió su reputación de innovador tecnológico y su poder estructural en el sector de la informática, debemos constatar que otros gigantes norteamericanos de la Internet continúan garantizando la preponderancia mundial de los Estados Unidos. Hasta hoy en día, Google, Apple, Amazon y Facebook han logrado crear sus propios ecosistemas, basados en nuevas tecnologías y se han mostrado capaces de acercar a los industriales del mundo entero.
Chiu Justin, « L’anarchie mondiale dans la téléphonie mobile », in: Josepha Laroche (Éd.), Passage au crible, l’actualité internationale 2012, Paris, L’Harmattan, 2013, pp. 117-122.
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