Por Moustafa Benberrah
Traducción: Ulises Aquino
Passage au crible n° 127
Source:Wikimedia
El 16 de abril de 2015, la ciudad de Constantina fue declarada capital de la cultura árabe por un año. Durante un año, el Vieux Rocher acogerá piezas de teatro, festivales, coloquios, exposiciones, etc. Un sobre de 7 siete mil millones de dinares (700 millones de dólares) fue consagrado para la organización de este evento. A este respecto, el Primer Ministro argelino Abdelmalek Sellal inauguró múltiples grandes proyectos que engloban un bloque cultural comprendiendo un centro de cultura, una biblioteca urbana, un museo y galerías, junto con un museo de arte e historia, un centro de exposiciones y una sala de espectáculos para 3000 personas. Este último costó 156 millones de dólares y su construcción fue otorgada a la CSCEC (China State Construction Engenieering Corp). Esta cesión reavivó las polémicas alrededor del monopolio chino en el sector del ETP (Edificios y Trabajos Públicos) en Argelia.
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Contexto histórico
En 2013, la RPC (República Popular de China) se volvió el más importante proveedor de Argelia con 6,820 millones de dólares de importaciones (+14.33%), destronando a Francia (6,250 millones de dólares) quien ocupaba este puesto hasta ahora. Esta cifra alcanzó 8,200 millones de dólares en 2014. Esta evolución resulta de las relaciones privilegiadas entre los dos países que encuentra su origen muy temprano con la conferencia de Bandung sostenida en 1955. Esta cumbre afro-asiática vio la adopción de una resolución reconociendo a Argelia el derecho a la autodeterminación y a la independencia. Además, China es el primer país no árabe en haber reconocido su gobierno interino (1958) y su independencia en 1962. Por su parte, Argelia ha sostenido siempre el principio de One-China el cual define a Taiwán como parte integrante de China. En consecuencia, el movimiento de los no alineados ha contribuido al acercamiento político y económico de las dos naciones.
Actualmente, las relaciones chino-argelinas conciernen todos los sectores estratégicos tales como la industria, la agricultura, el armamento, las infraestructuras
etc. Así, hay más de 790 sociedades de gran tamaño que siguen activas en Argelia y más de una veintena de acuerdos de cooperación que han sido firmados. El último de ellos concierne un plan de cooperación estratégica global para el periodo 2014-2018 (286 millones de dólares) que buscará dinamizar las relaciones económicas entre los dos Estados. Esta transferencia se tradujo en la afluencia de ciudadanos chinos. Hoy se estima el número en alrededor de 40,000 (trabajadores bajo contrato y jefes de empresas acompañados de sus familias), de los cuales 2,000 han adquirido la nacionalidad argelina. Aunque están obligadas por la ley a privilegiar la mano de obra local, estas entidades emplean principalmente empleados chinos. Marcan doblemente el paisaje urbano participando activamente en la construcción de sus infraestructuras e introduciendo una inmigración inédita en una zona aislada del mundo durante la década negra .
Marco teórico
1. La emergencia de una diplomacia económica. Beneficiándose del aumento de los precios del petróleo en el mercado internacional, Argelia empezado una política de rectificación económica que se articula en tres ejes principales : 1) la atracción de inversiones extranjeras, 2) las transferencias de tecnología y 3) la construcción de la infraestructura necesaria para la expansión económica. En consecuencia ha forjado las herramientas jurídicas que permitirán a sus ciudadanos implicarse más en los proyectos dirigidos por las firmas chinas. Sin embargo, estas disposiciones son raramente respetadas por esas empresas y esta situación conduce al desarrollo de una contestación económica. Finalmente, el Estado argelino se encuentra sobrepasado y en ocasiones incluso en competencia con esos actores transnacionales quienes implementan su propia lógica económica, frecuentemente en contradicción con los intereses del propio país.
2. La construcción de comunidades transnacionales. Motor de la integración, el fenómeno migratorio sigue siendo una de las consecuencias de la globalización de los intercambios económicos. Los trabajos de Alain Tarrius o de Michel Péraldi han mostrado bien como se ha construido la figura de emprendedor migrante en le contexto postfordista ligado a la crisis industrial, al aumento del desempleo y al control de la inmigración. En Argelia, esta evolución se tradujo en una reorganización de los canales comerciales con los trabajadores migrantes que se organizan por lo tanto en redes transnacionales.
Análisis
Las empresas chinas se han implicado particularmente en el sector del BTP argelino. En efecto, desde el comienzo de los años dos mil, Argelia ha iniciado una serie de grandes proyectos financiados por el alza de la renta petrolera. Así, se ha convertido en uno de los mercados más atractivos del sector para esos grupos que han conseguido entre el 60% y 80% de los contratos públicos y privados.
En el otoño de 2005, el jefe de gobierno, Ahmed Ouyahia, declaró que no se haría más “llamado a las empresas chinas en el edificio”. Sin embargo, la conducción de gigantes obras tales como la autopista este-oeste, la gran mezquita de Argelia, la opera de Argelia y las miles de casas de interés sociales, condujo al arribo masivo de una mano de obra china susceptible de responder a los imperativos de los costos y del calendario . Múltiples campos de trabajadores se formaron después del inicio de los trabajos. Tiendas chinas también han florecido en los barrios comerciales de Argelia, luego en otras ciudades en las cuales compañías chinas – de construcción principalmente – fueron creadas. Este fenómeno es similar a lo ocurrido en Estados Unidos a mitad del siglo XIX tras el tratado de Burlingame, en 1968. Actualmente, los comerciantes chinos están establecidos en el centro de Argelia, pero de igual manera en otras grandes metrópolis tales como Constantina y Annaba. Venden frecuentemente el mismo tipo de productos a precios que hacen olvidar la reputación del made in China. Así, este argumento de venta atrae tanto a los clientes que reaviva las polémicas socioeconómicas. En efecto, la tasa de desempleo elevada y la competencia que soportan los argelinos han sido el origen de diversos incidentes. El pasado 3 de agosto, violentos choques entre argelinos e inmigrantes chinos se registraron en los suburbios de Argel. De hecho, estos enfrentamientos endémicos testifican las tensiones vivas que existen entre las dos comunidades.
Múltiples dispositivos jurídicos y culturales se han puesto en marcha a fin de canalizar estos problemas, facilitar el diálogo entre las dos sociedades y ayudarlas a superar de forma cotidiana la brecha etnocultural que los separa. Primeramente, los grupos chinos están obligados a contratar a los argelinos. Además, diversos programas destinados al aprendizaje del mandarín se han implementado. Así, el chino es enseñado en la facultad de Argelia de igual manera que en las escuelas privadas que cada vez abren con mayor rapidez. Por otra parte, la embajada china organiza actividades culturales en el país, como aquel concurso de escritura automática accesible al público en general. En fin, una asociación de amistad Argelia-China ha visto la luz y los matrimonios mixtos se multiplican. Dicho de otra manera, estos actores fuera de la soberanía compiten actualmente con la autoridad estatal y logran orientar las políticas públicas de Argelia, convirtiéndose en interlocutores ineludibles con los cuales debe contar.
Referencias
Hammou Samia, « L’immigration Chinoise en Algérie : Le cas des commerçants Chinois à Alger » consulté le 15/05/2015 sur le lien : http://jcea2013.sciencesconf.org/conference/jcea2013/pages/Hammou_Samia.pdf
Rosenau James N., Turbulence in World Politics: A Theory of Change and Continuity, Princeton, Princeton University Press, 1990.
Selmane Arslan, « Constantine capitale de la culture arabe 2015 : Les bobards d’une manifestation de A à Z », consultable sur le site : www.elwatan.com, 26.02.15.
Strange Susan, Le Retrait de l’État. La dispersion du pouvoir dans l’économie mondiale, [1996], trad., Paris, Temps Présent, 2011.