> Desarrollo > PAC 45 – La estructuración sociopolítica de la indignación

PAC 45 – La estructuración sociopolítica de la indignación El movimiento transnacional de los indignados

Por Clément Paule

Traducción: Maricarmen Gonzalez Cisneros

Passage au crible n°45

Anunciado como el día nacional de la movilización, el 19 de junio del 2011 represento un nuevo éxito para el 15M (movimiento del 15 de mayo). Efectivamente, varias decenas de millares de personas desfilaron en toda España reafirmando su indignación frente a la situación socio-económica del país y denunciando la indiferencia – y hasta corrupción – del campo político. Sin embargo el nuevo actor de protesta ciudadana parece reforzarse localmente, lo que nos lleva a constatar que las mismas iniciativas no han emergido aún en otros Estados de la Unión Europea.

Contexto histórico
Marco teórico
Análisis
Referencias

Contexto histórico

En primer lugar, hay que evocar el impacto de la crisis financiera mundial quien, después del otoño del 2008, trajo consigo considerables repercusiones. El creciente número de personas sin empleo en España, estimado a más del 20% de la población activa y cerca de la mitad de los jóvenes de menos de veinticinco años, son testigos de lo anterior. De manera más general, las consecuencias sociales del desorden financiero se amplificaron por los diferentes planes de austeridad de los gobiernos, bajo la impulsión de las IFI (Instituciones Financieras Internacionales). Dichas medidas de rigor, centradas en la reducción de los déficits públicos suscitaron fuertes críticas acompañadas de planes de salvaguarda substanciales, acordados sin contrapartes ni obligaciones, por parte del sector bancario. Citemos por ejemplo, la fuerte movilización en Islandia desde el final del año 2008, provocando cinco meses más tarde, la caída del gobierno. Mencionemos también las manifestaciones del Geração à Rasca – o generación derrochada – que atrajo en Portugal a millones de personas a principios de marzo del 2011. Esta oposición de políticas públicas drásticas, vividas como socialmente injustas, se produjo en el Reino Unido el 26 de marzo del 2011, reuniendo entre 250 000 y 500 000 participantes. Finalmente, conviene mencionar la gran protesta griega, que comenzó con la huelga nacional de mayo del 2010.

Observemos que dicha ola transnacional se alimentó gracias al suceso de la revolución en Túnez y en Egipto. Gracias a la presión popular estas dos últimas supieron derribar los regímenes autoritarios y represivos. Es en este contexto de luchas sociales y políticas que apareció en España el 15M el movimiento de los indignados. En este 15 de mayo del 2011, los indignados ocuparon la plaza histórica de Madrid, la Puerta del Sol, mientras que el país se encontraba a solamente unos días de las elecciones municipales.

Marco teórico

En ausencia de datos sociológicos sobre la composición del 15M y de sus partisanos, un simple análisis ideológico resulta poco productivo. Por otro lado, los modos de organización y de acción de los indignados aparecen como indicadores pertinentes.

1. Racionalización de un repertorio de acción innovador: En esta parte mencionaremos la especificidad de la estrategia del 15M fundada primeramente en la conquista del espacio público, respaldada en la negativa total de cooperar con el campo político. De esta forma no hay que olvidar señalar la puesta en marcha de procedimientos sofisticados de democracia directa, asociados a formas de autogestión y a un rechazo de todo leadership, rechazo garantizado por la rotación obligatoria de cargos.
2. Circulación internacional de la protesta: Dentro de esta lógica, observemos la difusión, casi externalización de estas luchas sociales hacia otros Estados, empezando por Grecia, Francia o Italia. Sin embargo su amplitud, variable según el país, se explica à través de la estructura de las oportunidades políticas, propias a cada uno.

Análisis

Una de las características principales del movimiento reside en su orientación decididamente anti partidista. Es testigo la exclusión de Cayo Lara, coordinador general de Izquierda Unida – Una formación política de izquierda – en el periodo en el que se trato de mostrar con miembros del 15Mdurante un sit-in. Desde entonces es importante alejarse de un cierto número de discursos sobre el movimiento, que vehiculan construcciones previas que ponen trabas a la comprensión. De esta manera, ciertos comentadores pudieron evidenciar la proximidad que podría existir entre el apolitismo de los manifestantes – traduciéndose concretamente en un rechazo de asociarse con los partidos políticos y las organizaciones sindicales – el populismo de extrema-derecha. No obstante recordemos que este tipo de estrategia de demarcación es prohibida frente al personal político, empezando por los numerosos alter mundialistas. Más aun cuando la recuperación percibida como ilegítima no parece estar necesariamente asociada al populismo. Finalmente esta postura reivindicada por los indignados, de la misma manera que su reticencia frente a toda organización jerárquica o toda designación identitaria – ya que el movimiento se presenta simplemente como un movimiento ciudadano –, se funda sobre la valorización de la democracia directa opuesta al gobierno representativo. En otros términos, la racionalización de su repertorio de acción pretende principalmente la pacificación de los modos de acción y principalmente el rechazo de la violencia que las fuerzas del orden tratan de imponer. Se trata principalmente de una transformación cognitiva de movimientos sociales, que se vuelve de actores reflexivos.

De hecho, la transnacionalización de este tipo de manifestaciones ciudadanas no constituye un fenómeno reciente, como pudieron demostrar los casos de estudio sobre las luchas a favor de la abolición del esclavismo o de la causa indígena. Por el contrario, el proceso parece banal gracias al creciente papel de los actores que no son del Estado. – ONG, sociedad civil, etc. – en la arena internacional, papel muy bien documentado gracias a los trabajos de investigación sobre el alter mundialismo.

Sin embargo, uno de los rasgos más importantes en el movimiento de los indignados reside en la circulación transnacional de las ideas, de las prácticas, y hasta de los actores. Sobre este punto, citemos como ejemplo el libro de Stéphane Hessel, Indígnese! En el cual el titulo fue inmediatamente retomado por los protestantes. Desde su publicación en octubre del 2010, este panfleto tuvo un gran suceso. Hoy traducido en varios idiomas, este corto ensayo rápidamente vendió millones de ejemplares en el mundo entero. En España, el prefacio fue escrito por el intelectual José Luis Sampedro, y fue más vendido aún.

El conjunto de préstamos, de importaciones y de externalización – estimuladas por el bajo costo de acceso y de transmisión de información – revela la inserción progresiva de estas movilizaciones dentro de un espacio transnacional cada vez más autónomo. A partir de ahora la indignación toma forma paso a paso y se difunde de país en país. Dicho movimiento se vuelve sociopolítico y parece quelos gobiernos de los Estados no podrán ignorar más, sobre todo en razón de su dimensión mundial.

Referencias

Della Porta Donatella, Tarrow Sidney (Éds.), Transnational Protest and Global Activism, New York, Rowman & Littlefield, 2005.
Nez Héloïse, “No es un botellón, es la revolutión !” Le mouvement des indignés à Puerta del Sol, Madrid, Mouvements, 7 juin 2011, consulté sur le site de la revue :
http://www.mouvements.info [20 juin 2011]
Pina Fernández Adrián, « La prise de la Puerta del Sol à Madrid : chronique du mouvement social du 15 mai », consulté sur le site de Métropolitiques : http://www.metropolitiques.eu [21 juin 2011].
Site Internet du quotidien El Pais : http://www.elpais.com