> Finanzas internacionales > PAC 110 – La coerción normativa de las agencias de calificación de riesgo

PAC 110 – La coerción normativa de las agencias de calificación de riesgo La disminución de la nota de Argentina por la agencia Moody´s

Por Elie Landrieu

Traducción: Daniel Del Castillo

Passage au crible n°110

El 17 de marzo de 2014, la agencia de calificación Moody´s disminuyó la nota de los títulos emitidos por el Estado argentino en los mercados financieros a « Caa1 », calificando de « muy elevado » su riesgo de no pago. Esta organización evoca al respecto la reducción alarmante de las reservas de cambio del país – que pasaron de 52,7 mil millones de dólares en 2011, a 27,5 mil millones actualmente – aunada a la continuación simultánea de « políticas inadecuadas ».

Contexto histórico
Marco teórico
Análisis
Referencias

Contexto histórico

En diciembre de 2001, Argentina declaró la cesación de pagos sobre un monto de 103 mil millones de dólares en obligaciones internacionales. Desde entonces, el país se ha mantenido en una situación de aislamiento, cancelando muy poco sus obligaciones financieras. En primera instancia, se trató de aligerar sus compromisos. En efecto, en enero de 2005, el gobierno de Néstor Kirchner dirigió un plan de reestructuración de la deuda. Un año más tarde, este logró cancelar la totalidad de la cantidad adeudada al Fondo Monetario Internacional (FMI), por un valor de 9,8 mil millones de dólares. Una segunda reestructuración, obtenida en junio de 2010 por el gobierno de Cristina Kirchner, llevó al 90% el monto total de la deuda privada re-negociada. De esta manera, en 2012, este alcanzó a reducir de cerca de 70% su nivel de endeudamiento (del 166% del PIB en 2002, al 44,9%).

Este Estado aprovechó entonces la coyuntura económica mundial para asegurar su autonomía financiera. Con el incremento de los precios de las materias agrícolas – como aquel de la soya, que representa el 25% de las exportaciones argentinas – Argentina emitió amplios excedentes en su balanza de pagos y aumentó, en consecuencia, sus reservas en moneda extranjera, principalmente en dólar, moneda en la cual se encuentra contabilizada el 90% de la deuda del país. Por otro lado, la rápida y vigorosa reactivación económica – entre el 7% y el 9% de crecimiento entre el 2003 y el 2008 – acarreó un crecimiento de las entradas fiscales a todo lo largo de este período. Estos recursos le permitieron al país cubrir sus gastos, así como ir cancelando progresivamente sus deudas, sin recurrir a los mercados financieros.

De manera general, tal aumento de la autonomía financiera libera un margen de maniobra substancial para los gobiernos. Gracias a esta, ellos pueden apartarse de la ortodoxia neoliberal y poner en práctica políticas intervencionistas. Entre estas últimas, mencionemos las ayudas sociales, las medidas proteccionistas – la imposición fiscal de las importaciones de bienes de equipamiento y productos manufacturados – también, las nacionalizaciones (los fondos de pensiones en 2008; las aerolíneas en 2011; Repsol-YPF en 2012). Simultáneamente, el Banco Central se dedicó a un riguroso control de los movimientos de capitales.

Sin embargo, el vuelco de la coyuntura económica mundial desde la crisis de 2008 comprometió seriamente la capacidad de Buenos Aires de prescindir del mercado internacional de capitales. Sus recursos financieros se mermaron mecánicamente con la disminución de la actividad mundial. Esta última, se tradujo especialmente en una baja de los precios agrícolas, una reducción del excedente comercial, un freno de la actividad productiva y una contracción de las entradas fiscales. Desde entonces, esta situación ha inducido un regreso hacia los inversionistas. Pero volver a ganarse su confianza suponía alinearse con sus exigencias, es decir someterse a su coerción normativa.

Marco teórico

1. La regulación por la norma. En Vigilar y Castigar, Michel Foucault describe el surgimiento de una forma de poder disciplinario que, a partir del siglo XVIII, se aparta del dominio de la ley para acercarse a aquel de la norma. Ahora bien, mientras que la primera se revela de carácter exterior y punitivo, la segunda se desarrolla en la esfera interior e induce una auto-regulación de los individuos.
Recalquemos que, a falta de cualquier instancia soberana a escala mundial, la globalización apunta hacia la misma lógica. Observamos al respecto, el despliegue de reglas que emanan de agencias especializadas y que funcionan bajo los principios de auto-obligación y adhesión voluntaria. Estas toman su fuerza del interés de los participantes de la globalización, en integrar un club del cual no pueden exonerarse sin pagar un alto precio.
2. El estigma como dispositivo correctivo. En este contexto, la asignación de un estigma opera como un poderoso instrumento de regulación. Para Erving Goffman, el estigma descalifica y pone al margen al actor puesto en la mira, al mismo tiempo que reafirma los valores dominantes de un determinado sistema. Ahora bien, la nueva degradación de la nota de Argentina proyecta sobre este Estado una profunda desacreditación, además de contribuir a su puesta al margen de los mercados financieros. Esta descalificación pone al descubierto el lado escondido de los criterios sobre los cuales el Estado argentino se ve ahora obligado a alinear su política – transparencia, rigor presupuestal, liberación del control de las tasas de cambio – si quiere acceder a nuevos financiamientos en los mercados internacionales.

Análisis

La degradación de la nota de Argentina mantiene el país al margen de los mercados financieros. Refuerza su imagen de país mala paga. Este hecho compromete sus relaciones con el conjunto de miembros de la esfera financiera (FMI, fondos privados de inversión, cortes de justicia norteamericanas, prensa económica, etc.) y legitima su expulsión del mercado financiero.

La decisión de la agencia ordena al país a conformarse con la norma neoliberal, promulgada por los mercados. Esta evaluación se ajusta al comentario adjunto, el cual deplora ciertas políticas intervencionistas, como el sostenimiento del precio de la energía, las intervenciones en los mercados de cambio y los desmedidos gastos públicos, que fueron calificados de « inadecuados » en la situación actual. En consecuencia, esta instancia exhorta al gobierno argentino a reorientar su acción estableciendo preceptos neoliberales fundamentados en el control del déficit y la estabilización de la moneda. Todas estas disposiciones indispensables, según la agencia, para asegurar el pago de la deuda.

La necesidad urgente de financiamiento a la cual se enfrenta Argentina, mandata a sus gobernantes a tener en cuenta estas prescripciones. En efecto, la fuga de capitales, la inflación galopante y la baja generalizada de la actividad degradan seriamente sus finanzas y vuelven cada vez más insostenible su aislamiento. La multiplicación de señales de confianza enviadas en dirección de los mercados financieros estos últimos meses, demuestra la preocupación en satisfacer sus exigencias. De este modo, el país concede, por ejemplo, amplias indemnizaciones a las sociedades que han sido nacionalizadas – 5 mil millones de dólares fueron desembolsados al petrolero español Repsol – también, reembolsa los pagos atrasados de una cierta cantidad de acreedores privados. Finalmente, el Estado permite que el peso se devalúe frente al dólar, mientras que establece discusiones con el Club de París, organismo que reúne a los acreedores públicos. No obstante, para volver a ganar el apoyo de los mercados financieros, el gobierno deberá poner en marcha una revisión de sus políticas económicas más profundas, como se lo hicieron claramente saber los expertos de Moody´s.

Finalmente, a medida que crece la dependencia del Estado hacia los mercados financieros, se restringen las condiciones de las agencias de calificación de riesgo. Estas logran desde ahora inyectar los marcos normativos de las finanzas. De igual manera, consiguen orientar las políticas públicas de los gobiernos; el reembolso de la deuda se impone actualmente como la referencia ineludible. Pero debemos comprender que el interés del inversor, sobrepasa entonces el interés general.

Referencias

Foucault Michel, Surveiller et punir, Paris, Gallimard, 1975.
Goffman Erving, Stigmate. Les usages sociaux des handicaps, Paris, Minuit, 1975.
Gaillard Norbert, « La notation souveraine », Politique étrangère, (1), 2012, pp. 53-63.
Publication web de Moody’s, décision du 17 mars : https://www.moodys.com/research/Moodys-downgrades-Argentinas-government-bond-rating-to-Caa1-stable-outlook–PR_294642?lang=fr&cy=fra.