May 22, 2010 | Comercio internacional, Passage au crible (espagnol)
Por Alexandre Bohas
Traducción: Daniel Del Castillo
Passage au crible n°22
Después de llevar a cabo negociaciones confidenciales, la Unión Europea, los Estados Unidos y Japón, conjuntamente con otros diez Estados más, elaboraron en abril de 2010 un tratado titulado ACTA (Anti-Counterfeiting Trade Agreement) cuyo objetivo es imponer normas más restrictivas en materia de Propiedad intelectual.
> Rappel historique
> Cadrage théorique
> Analyse
> Références
Rappel historique
Con la globalización de los intercambios económico-culturales y el poderoso incremento de las nuevas tecnologías de información, los países desarrollados fuertemente apoyados por las compañías multinacionales promovieron el reconocimiento internacional de los Derechos Intelectuales. De esta manera, el acuerdo TRIPs (Trade-Related Issues of Intellectual Property) o ADPIC (Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relativos al Comercio) se concluyó en 1994, en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Justo después fue transferido a las legislaciones de los Estados miembros, con la participación de las Organizaciones Internacionales, asociaciones y compañías. A pesar de todo, esta penetración suscitó fuertes reacciones en Brasil y en Suráfrica especialmente en el sector farmacéutico, respecto a los tratamientos contra el Sida.
Desde el 2007, después de las dificultades a las que se enfrentaron durante el ciclo de Doha, los Estados Unidos sostuvieron conversaciones secretas sobre estas cuestiones de la falsificación con la Unión Europea, Suiza y Japón, junto con Australia, Canadá, Corea del Sur, Jordania, Marruecos, México, Nueva Zelanda y Singapur. En abril de 2010, el proyecto del tratado definitivo fue finalmente hecho público.
Cadrage théorique
1. La estructuración jurídico-política del capitalismo. En una economía de mercado, la acumulación de capital está basada sobre estructuras jurídicas. Apoyados por los Estados industrializados, los grandes grupos poseedores de marcas, derechos de autor y patentes emprendieron la ampliación y profundización de su dominación a través de la privatización creciente de los bienes relativos al Derecho de Propiedad Intelectual. Mientras que estos últimos no rivalizan entre ellos ya que su uso no reduce su utilidad futura, las compañías desean sin embargo recibir beneficios por cada compra “construyendo su rareza”, según las palabras de Christopher May, con el fin de asegurar así sustanciosos retornos de inversión.
2. Un acceso desigual a la gobernanza de la propiedad intelectual. En un mundo globalizado, esta forma de administración y regulación es habitualmente presentada como una manera de respetar a todas las partes presentes. Como tal, continúa alimentado proyectos de democracia cosmopolita a escala planetaria. Sin embargo, no es el caso. Al contrario, confirma la dominación de las compañías multinacionales y los gobiernos occidentales, en un área que está relacionada antes que nada con la sociedad civil, los consumidores y los Países en Vías de Desarrollo.
Analyse
Descrito como un texto moderado de coordinación aduanera, el tratado ACTA marca en cambio un giro mayor. Dicho tratado propone, en primer lugar, un refuerzo de la cooperación, en lo que concierne a compartir información sobre los actos de falsificación cometidos, sobre todo en Internet. Por otro lado, el tratado criminaliza comportamientos individuales no comerciales como por ejemplo el Peer-to-peer, reforzando así el artículo 61 del TRIPs. Fundamentalmente, armoniza desde las altas esferas la protección de los Derechos Intelectuales generalizando prácticas y doctrinas que hasta ahora se hacían presentes en las legislaciones de cada país solo de manera parcial. Hay que señalar que su formulación en cuanto a su carácter obligatorio y sus áreas de aplicación permanecen particularmente indefinidos, lo que confirma la asimetría de las relaciones de poder entre los Estados, las compañías y las sociedades civiles. Seguramente, una vez firmado y ratificado, el tratado proporcionará, en cada ámbito internacional, apoyo a los defensores de una protección cada vez mayor de la Propiedad intelectual. Éstos últimos presionan actualmente a los gobiernos occidentales para que aseguren una estructuración jurídico-política de la economía mundial, capaz de reforzar su prosperidad, o al menos su renta de situación.
Al tratar problemas muy controvertidos, las partes presentes en el ACTA quisieron llegar a un acuerdo fuera de la escena mundial. Pero esta manera de proceder va en contra de las nuevas relaciones de poder, especialmente con la presencia determinante de las potencias emergentes reunidas en el BRIC (Brasil, Rusia, India, China), cuyo desarrollo implica la compra e importación de Derechos Intelectuales. Estos países fueron sin embargo excluidos de las negociaciones, mientras que con TRIPs, ya realizaron importantes esfuerzos en materia de protección de los Derechos de Autor y patentes extranjeras.
Este método revela la voluntad de imponer brutalmente las normas internacionales, publicándolas exclusivamente al final de su proceso de negociación. Se reduce así toda posibilidad de protesta. Dentro de esta misma lógica, éste método impone silencio, tanto a las organizaciones gubernamentales, como no gubernamentales, que hubieran podido reaccionar y activar la opinión pública. Al respecto, el método se explica más por la “razón de Estado” que por la “razón del mundo”, retomando la expresión de Philip Cerny.
Las negociaciones llevadas a cabo alrededor del proyecto ACTA ponen de manifiesto la política del hecho consumado. En este sentido, contradicen la dispersión mundial de la autoridad política que caracteriza hoy en día las Relaciones Internacionales. En efecto, la cantidad de cuestiones a tratar así como el desvanecimiento de la legitimidad imponen a partir de ahora, a aquellos que adoptan las decisiones internacionales, la obligación de tomar en cuenta a los países del Sur y consultar a los actores no estatales. Incluso – dentro del marco del multilateralismo – les exige a adoptar decisiones cada vez más consensuadas. De esta forma, no es sorprendente que estos procedimientos provoquen la reacción hostil de los países del Sur y las sociedades civiles.
Références
Anti-Counterfeiting Trade Agreement. Public Predecisional/Deliberative Draft, April 2010, disponible à la page suivante: http://trade.ec.europa.eu/doclib/docs/2010/april/tradoc_146029.pdf.
Cerny Philip G., Rethinking World Politics. A Theory of Transnational Pluralism, Oxford, Oxford University Press, 2010.
EFF, « Preliminary Analysis of the Officially Released ACTA Text », April 2010, disponible sur la page suivante: http://www.eff.org/deeplinks/2010/04/eff-analysis-officially-released-acta-text
FFII, « Analysis Anti-Counterfeiting Trade Agreement », April 2010, disponible à la page suivante: http://action.ffii.org/acta /Analysis#Executive_Summary
May Christopher, The Global Political Economy of Intellectual Property Rights: The New Enclosures, 2nd Ed., London, Routledge, 2010.
Sell Susan, Private Power, Public Law: The Globalization of Intellectual Property Rights, Cambridge, Cambridge University Press, 2003.
May 10, 2010 | China, Passage au crible (espagnol), Política simbólica
Por Jenna Rimasson
Traducción : Daniel Del Castillo
Passage au crible n°21
El 30 de abril de 2010, el presidente chino Hu Jintao inauguró la Exposición Universal de Shanghái, que se durará hasta el 31 de octubre del mismo año. Después de la organización de los Juegos Olímpicos de Pekín en agosto de 2008, el mundo entero se vuelca nuevamente en la República Popular China (RPC). Cerca de 72 000 voluntarios presentes en el lugar de la Exposición – además de otros 100 000 – repartidos en toda la ciudad recibirán a los visitantes chinos y extranjeros durante este evento. Izando las banderas de 182 países y 57 Organizaciones Internacionales, Shanghái propone la edición más costosa de todos los tiempos, provista de un presupuesto de 4,2 mil millones de dólares, casi 5 mil millones si se toman en cuenta los gastos de acondicionamiento de la ciudad.
> Contexto histórico
> Marco teórico
> Análisis
> Referencias
Contexto histórico
Llevada a cabo en Londres en el año de 1851, durante el auge de la Revolución Industrial, la primera Exposición Universal tenía como objetivo presentar las novedades tecnológicas de los diferentes Estados participantes. El 22 de noviembre de 1928, 31 países firmaron en París una Convención que instauró la Oficina Internacional de Exposiciones o BIE (Bureau International des Expositions), con el fin de reglamentar la organización de estas manifestaciones. Más tarde, dicha Convención fue modificada por diferentes protocolos y enmiendas, el último de los cuales data de 1988. Hoy en día la Convención cuenta con 157 Estados adherentes, entre los cuales brillan por su ausencia los Estados Unidos. Con sede en París, el BIE es el encargado de promover la confianza y solidaridad entre las culturas del mundo gracias a dos tipos de exposiciones: las Exposiciones internacionales (especializadas) o Exposiciones internacionales reconocidas, y las Exposiciones Universales o Exposiciones internacionales registradas.
Al reunir a los delegados de los Estados, las Organizaciones Internacionales, así como la sociedad civil, las exposiciones representan los escaparates privilegiados dónde se manifiestan sus ventajas comparativas, en el marco de una competencia pacífica. En el pasado, también han teatralizado sus conquistas coloniales, para después exhibir el período de la Guerra Fría, especialmente durante la Exposición Universal de Bruselas (1958). Si bien inicialmente todos los participantes eran acogidos en una misma construcción central, hoy en día cada uno edifica su propio pabellón, rivalizando entre ellos con sus proezas arquitectónicas. Al respecto, hay que recordar los ejemplos emblemáticos de la Torre Eiffel de París (1900), el Atomium de Bruselas (1958), el Space Needle de Seattle (1962) y también la Biósfera de Montreal (1967).
Marco teórico
1. El poder estructural. Este concepto se distingue del poder relacional, propio de la escuela Realista. Forjado por Susan Strange, se refiere a la capacidad que tienen ciertos actores de influir en la política internacional. Incluye las estructuras de seguridad, producción, conocimiento y las finanzas. En este caso, sólo las tres últimas importan. En efecto, los participantes le atribuyen una visibilidad a algunos de sus productos nacionales, productos que requieren conocimientos y técnicas especializadas ilustrando así el principio de Foucault según el cual, el conocimiento constituye un poder- implicando la movilización de fondos tanto públicos como privados.
2. El soft power. Sin limitarse a cuestiones de influencia y persuasión, este concepto caracteriza un proceso de atracción cultural e ideológica, que se diferencia del poder tradicional de tipo militar y económico.
Análisis
Gracias a esta Exposición Universal, China despliega toda su magnificencia. Así lo demuestra el pabellón chino que domina el conjunto del parque de exposiciones con sus 49 metros de alto, que los chinos prohibieron a los otros participantes sobrepasar. A causa de esta fastuosidad y ostentación, China ejerce una violencia simbólica a las otras naciones. Tras permanecer al margen del sistema mundial hasta los años ochenta, China se convirtió después en mero taller de la economía internacional y hoy en día no acepta más verse sometida a la globalización. Al contrario, a partir de ahora prevé formar parte de sus principales líderes. Esta ambición de reconfigurar el orden mundial se apoya sobre todo en la difusión del soft power, como la fuerza china de proyección mundial conquistadora. De esta manera se entiende porque los espectáculos organizados durante esta exposición no son nada anodinos. Mencionemos especialmente las presentaciones de artes marciales de Wudang y Shaolin que atraen a un público internacional, sobre todo después del éxito planetario de la película Tigres y Dragones. Igualmente, el espectáculo del té o también aquel de las marionetas y sombras chinas dirigido a un público más joven realzan esta doble lógica de imposición y seducción.
Las autoridades chinas recalcan sistemáticamente las especificidades culturales para reforzar la cohesión con la diáspora y, más ampliamente, con la totalidad de los países asiáticos, ya que China pretende ser su portavoz. Recordemos al respecto que la mascota de la Exposición Universal Haibo fue dibujada a partir de la letra china 人 (ren: Hombre), así como el logo de Expo Shanghai 2010 que representa la letra 世 (shi: Mundo). Mientras que el inglés suplanta progresivamente a ciertos idiomas para imponerse como el esperanto del comercio y la diplomacia, el chino es a contrario considerado como el vector privilegiado de una estrategia de resistencia, incluso de contra-ofensiva lingüística y cultural.
Conforme a los reglamentos del BIE, que exigen la adopción de un tema propio para cada Exposición Universal, las autoridades chinas escogieron aquel de “mejor ciudad, mejor vida”. Se trata de que China se erija como un actor ineludible de las dinámicas de la modernidad (urbanización, desarrollo durable, solidaridad internacional). En lo que a esto respecta, la ayuda presupuestal atribuida por China a los países africanos para financiar su participación, confirma su ambición de posicionarse como el futuro hegemon ahora que el XX Foro Económico Mundial sobre África acaba de abrirse en Dar-es-Salaam (Tanzania), y que su objetivo es “reconsiderar la estrategia de crecimiento en África”. Por otro lado, la instalación del termómetro más alto del mundo (165 metros) en el centro del parque de exposiciones, constituye igualmente la prueba del interés chino por las cuestiones ambientales, mientras que este país posee el récord mundial en valor absoluto de emisiones de gases a efecto invernadero. Finalmente, frente a las condenas internacionales por las violaciones a los derechos de propiedad intelectual, las autoridades chinas aprovecharon Expo Shanghai 2010 para promover una vasta campaña contra la piratería y las imitaciones.
A pesar del costo récord de organización de la Exposición, recalcado por una buena cantidad de observadores, es conveniente tomar en cuenta la potencialidad de la restitución de la inversión. Ésta contribuye en efecto a facilitar la negociación incluso la conclusión de importantes contratos comerciales especialmente con los veinte dirigentes extranjeros presentes durante la ceremonia de inauguración. Dentro de esta misma lógica, Nicolas Sarkozy obtuvo por ejemplo los suministros para una fábrica de tratamiento de combustible nuclear.
A pesar la crisis actual de las finanzas mundiales, China que desde el 25 de abril de 2010 es el tercer accionista del Banco Mundial hace alarde hoy en día de una insolente imagen de prosperidad. Al acoger un evento basado en las innovaciones tecnológicas y al servicio del crecimiento económico, China demuestra su capacidad de impulsar el movimiento de descentralización de la economía mundial.
Referencias
Kita Julien, La Chine, nouvel acteur du système multilatéral, Compte-rendu du séminaire : China : a New Player in the Multilateral System, 18 avril 2008, IFRI, Paris, 18 Juillet 2008.
Kurlantzick Joshua, Charm Offensive, How China’s Soft Power is Transforming the World, New Haven, Yale University Press, 2007.
Site officiel du Bureau International des Expositions disponible à l’adresse Internet http://www.bieparis.org/site/fr.html [5 mai 2010].
Site officiel de l’Exposition Universelle de Shanghai 2010, disponible à l’adresse Internet http://fr.expo2010.cn/ [5 mai 2010].
Apr 21, 2010 | Humanitario, Norte-Sur, Passage au crible (espagnol)
Por Clément Paule
Traducción: Daniel Del Castillo
Passage au crible n°20
Aunque los daños provocados por el seísmo del 12 de enero se evaluaron en 7,9 mil millones de dólares es decir el 120% del Producto Interno Bruto (PIB) de Haití, durante la conferencia internacional de donantes para Haití se prometieron a medio plazo, 9,9 mil millones. Los analistas recalcaron en primer lugar el éxito de la activación financiera, muy superior a las previsiones y capaz de cubrir la mayor parte de las necesidades estimadas por el gobierno de Préval. Numerosos análisis subrayaron además los aspectos participativos de un proceso que habría implicado tanto a los proveedores bilaterales y multilaterales, como a las Organizaciones No Gubernamentales (ONG), la diáspora, el sector privado y/o también las colectividades locales. La problemática reside desde ahora en el uso efectivo de los recursos recogidos y la coordinación de los diferentes actores implicados en la reconstrucción del país.
> Contexto histórico
> Marco teórico
> Análisis
> Referencias
Contexto histórico
En el transcurso de los últimos decenios, en Haití acontecieron varias catástrofes naturales de gran amplitud, provocadas en gran medida por la combinación tanto de fenómenos hidrológicos como meteorológicos. Entre las más recientes, se puede destacar el ciclón Jeanne que causó la muerte de varios miles de personas en el 2004, sobre todo en la región de Gonaïves, ciudad situada a 150 kilómetros al Norte de Puerto Príncipe. La misma zona fue devastada de nuevo por la sucesión de cuatro huracanes en agosto y septiembre de 2008, daño que ocasionó cerca de 800 víctimas mortales. Estos cataclismos habrían afectado a más de 800 000 personas y provocado pérdidas materiales considerables, evaluadas en más de mil millones de dólares.
El país también es el centro de una constante atención internacional ya que se le considera un Estado frágil, incluso en quiebra – failing State –, potencialmente desestabilizador para la región del Caribe. Las tensas relaciones entre Haití y su vecino dominicano, la cuestión migratoria se estima que la diáspora haitiana está compuesta por cerca de 2 millones de personas así como la ambiental, también constituyen preocupaciones recurrentes. Dentro de este marco, un alto nivel de permanente precariedad socio-económica, sumado a una ayuda internacional desigual y fluctuante, condujeron a varios proveedores de fondos a reconocer el fracaso de sus programas de Desarrollo. Con el fin de intentar remediarlo, los actores bilaterales y multilaterales se reunieron en varias ocasiones para coordinar sus estrategias ya sea en las crisis políticas el golpe de Estado militar perpetrado en 1990 y la expulsión del Presidente Jean-Bertrand Aristide en el 2004 o durante los desastres naturales. De esta manera, una conferencia de donantes tuvo lugar el 14 de abril de 2009 en Washington, poco tiempo después del paso de los huracanes y los motines del hambre de 2008.
Marco teórico
1. Diplomacia de las catástrofes. A lo largo de la historia, los desastres naturales o tecnológicos de gran amplitud, han sido objeto de importantes movilizaciones de la solidaridad internacional. En este caso, parece que los Estados y las Organizaciones Interestatales intervienen cada vez más en este ámbito de acción, que da una mayor visibilidad a sus intervenciones incluso una puesta en escena frente a la sucesión de desastres cada vez más mediáticos.
2. Racionalización de los dispositivos de ayuda. La reconstrucción de Haití reanimó numerosos debates sobre las buenas prácticas de los socios bilaterales y multilaterales. Al respecto, las instituciones e instrumentos puestos en marcha tienden a volverse más complejos, con el fin de tratar problemáticas políticas, que en estas circunstancias son calificadas de problemas técnicos, como la coordinación o la eficacia de los programas.
Análisis
Algunos actores, como las ONG locales e internacionales, criticaron la omnipresencia de los Estados Unidos tanto en el terreno cerca de 20 000 militares norteamericanos fueron desplegados en Haití como en las negociaciones diplomáticas. El emplazamiento de la conferencia internacional y el papel jugado por la pareja Clinton, ilustran por ejemplo ésta implicación, aunque el ex–Presidente Clinton interviniera como enviado especial de las Naciones Unidas en Haití – posición que ocupa desde mayo de 2009, después de haber sido un actor clave de la reconstrucción del sureste asiático golpeado por el tsunami de 2004. De esta manera, la Secretaria de Estado norteamericana presidió todas las sesiones sucesivas – conjuntamente con el Presidente René Préval y el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon. La tutela norteamericana suscitó entonces críticas vehementes, como señala el New York Times, según el cual, un diplomático europeo habría irónicamente hecho referencia al Bill and Hillary Show. Además, el gobierno haitiano se inquietaría de poder ser mantenido al margen de los proyectos que el Departamento de Estado pondría en marcha unilateralmente.
Por otro lado, la preparación de la conferencia revela contradicciones en la diplomacia europea. En efecto, la Unión Europea (UE) realizó la contribución más importante para la reconstrucción, al rededor de 1,6 mil millones de dólares, de los cuales 243 millones fueron donados por Francia. Esta cifra es netamente superior a las ayudas norteamericana (1,15 mil millones de dólares) y canadiense (390 millones de dólares), sin que ésta se traduzca en beneficios políticos. Sobre este tema, es conveniente recordar que Catherine Ashton Alto Representante de la Unión Europea para los Asuntos Exteriores fue muy criticada por no haber viajado a Haití inmediatamente después del seísmo, contrariamente a su homóloga norteamericana, Hillary Clinton. El 19 de enero, Michèle Striffler, Diputada europea y Representante permanente para la Ayuda Humanitaria, lamentaba la poca visibilidad de la acción llevada a cabo por la UE en comparación con la ostentosa intervención de los Estados Unidos. Por otro lado, Ashton, desprestigiada por su falta de experiencia diplomática, tuvo que hacer frente a la competencia de la presidencia española de la Unión, muy activa en Haití. Igualmente, tuvo que adaptarse a los anuncios unilaterales de ciertos Estados miembros, como el de Francia, que propuso desde el 14 de enero el establecimiento de la conferencia internacional. Esa impresión de división y disonancia se ha podido percibir especialmente, cuando a finales del mes de enero de 2010, se quiso enviar a varios centenares de policías para reforzar la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH). Además, si Francia, Italia, España y los Países Bajos aceptaron suministrar personal, Alemania y el Reino Unido por el contrario, rechazaron formar parte de la operación. Es necesario a pesar de todo matizar estos disfuncionamientos, en la medida en que Haití no representa el mismo interés para la UE, como para aquellos países que concentran una fuerte diáspora haitiana, como es el caso de los Estados Unidos y también de Canadá.
De manera general, esta conferencia internacional estuvo marcada por el deseo de hacer un buen uso de la ayuda, respetando los principios de eficacia, coordinación y transparencia. Por su parte, el Estado damnificado fue colocado de nuevo en el centro del dispositivo, lo que hasta ahora había sido reclamado en vano por los sucesivos gobiernos haitianos. Sin embargo, esta orientación tiende a invertir la lógica que consistía desde mediados de los años ochenta en canalizar los fondos de asistencia a través de las ONG, con el fin de eludir a un actor estatal considerado corrupto e incompetente. Al respecto, esto permitía igualmente ejercer presiones sobre los gobiernos recalcitrantes, tal como ocurrió con el embargo decidido por los Estados Unidos en 1991, después del golpe de Estado contra el presidente Aristide, impidiendo toda asistencia. La apertura hacia los interlocutores haitianos permanece sin embargo limitada y marcada por la desconfianza. La nueva Comisión Interina para la Reconstrucción – Interim Haiti Recovery Commission – estará ciertamente copresidida por el Primer Ministro haitiano, Jean-Max Bellerive, pero también por el enviado especial de las Naciones Unidas, Bill Clinton. Eso sin contar con el hecho de que numerosas asociaciones locales se consideran excluidas del proceso. Finalmente, un fondo internacional, que agrupa las contribuciones de numerosos socios, estará directamente administrado por el Banco Mundial. Esta futura coordinación se presenta como la llave maestra de una buena gobernanza aplicada al dispositivo de ayuda. Pero en el caso que nos concierne, está claro que la racionalización busca contrarrestar la heterogeneidad de la acción pública internacional que ya se está poniendo en práctica. Estas iniciativas corren sin embargo el riesgo de chocar con las realidades de su puesta en marcha y, más aún, con la competencia existente entre los diferentes actores internacionales.
Referencias
Buss Terry, Gardner Adam, Haiti in the Balance: Why Foreign Aid Has Failed and What We Can Do About It, Washington D.C., Brookings Institution, 2008.
MacFarquhar Neil, “Haiti Frets Over Aid and Control of Rebuilding”, The New York Times, March 31, 2010.
Maguire Robert, “Haiti: Towards and Beyond the Donors´ Conference”, USIP (United States Institute of Peace) Peace Brief, USIP, (17), April 8, 2010.
Apr 20, 2010 | Humanitario, Passage au crible (espagnol)
Por Philippe Ryfman
Traducción : Daniel Del Castillo
Passage au crible n°19
Con una magnitud de entre 7,0 y 7,3, el seismo ocurrido en Haití el 12 de enero de 2010 se presenta como uno de los más importantes de los últimos veinticinco años. El coste humano se eleva como mínimo a 230 000 muertos, 300 000 heridos y 1,2 millones de desalojados en la capital y ciudades vecinas. Además, se cuentan 750 000 desplazados en las provincias. En cuánto a la destrucción material, ésta alcanzaría el 120% del PIB anual. Ante una catástrofe de tal magnitud, el despliegue en la isla de las agencias humanitarias, fue masivo. Sin embargo, hubo que tener en cuenta la saturación del aeropuerto de Puerto Príncipe, el bloqueo del puerto, la destrucción de las infraestructuras centrales y las intervenciones de una administración poco eficaz.
> Contexto histórico
> Marco teórico
> Análisis
> Referencias
Contexto histórico
El sistema internacional de ayuda humanitaria se caracteriza desde los años noventa, por una gran diversidad de actores entre los que se encuentran las ONG, el Movimiento de la Cruz Roja, las agencias de las Naciones Unidas y los Estados.
Contrariamente a las ideas preconcebidas, una catástrofe natural siempre incluye una dimensión eminentemente política. Ésta pone en evidencia la mayor o menor capacidad de un país para enfrentarse a ella, ya sea a través del aparato estatal o la sociedad civil. El temblor de tierra del 27 de febrero de 2010 en Chile, lo demuestra a contrario. En le ámbito regional, en el caso haitiano mencionaremos el considerable esfuerzo realizado por la República Dominicana, respecto al tradicional mal estado de las relaciones entre los dos países. Recordemos también el papel jugado por Brasil, que contrasta con la casi ausencia de México, sin embargo más próximo geográficamente. Por último, en la combinación de lo regional y lo internacional, la intervención masiva de los Estados Unidos permanecerá como el elemento central. No obstante, el posicionamiento de algunas partes implicadas en el sistema de ayuda, el contexto y el desarrollo de la crisis misma, conllevan al riesgo de que la acción humanitaria conozca una reconfiguración en el futuro.
Marco teórico
1. Los actores transnacionales privados – las ONG y el Movimiento de la Cruz Roja – o públicos las agencias de las Naciones Unidas, la Unión Europea ocupan desde hace tiempo una posición preeminente en el ámbito humanitario. Después del tsunami de diciembre de 2004, y a pesar de las interacciones y asociaciones habituales, la idea de una coordinación reforzada y racional entre los diferentes actores humanitarios se ha impuesto progresivamente. Esta medida permitiría en efecto, una mejor estimación de las respuestas de ayuda, al mismo tiempo que evitaría una duplicación de las intervenciones, maximizando de esta manera el óptimo funcionamiento de la red.
2. Esta premisa de una gobernanza mundial humanitaria se realizó con el auspicio de la Organización de Naciones Unidas, encargada de dirigir el conjunto del dispositivo internacional.
Análisis
Desde el 2005, se promovió en primer lugar una reconfiguración por sectores claves o clusters correspondientes a grandes ámbitos operacionales o transversales. A continuación, un segundo impulso se concentró en la reorganización de la financiación, con la creación de una estructura financiera, el CERF (Central Emergency Response Fund) cuyo objetivo es el de reemplazar los sistemas de solicitud de fondos, característicos de cada agencia de las Naciones Unidas. Por otro lado, la Secretaría General – junto a su Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) tiene vocación de supervisar todo el sistema.
En Haití, a pesar de todo, estos mecanismos de coordinación tuvieron serias deficiencias, como admitió el Secretario General adjunto de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, John Holmes. Por otro lado, dichos mecanismos tuvieron competidores, incluso fueron suplantados por la acción humanitaria de Estado, principalmente la de Estados Unidos. Sobre todo, si tenemos en cuenta que ésta última se desplegó principalmente alrededor de un eje militar-humanitario. No obstante, esta decisión norteamericana nos parece preocupante. En primer lugar, porque esta fórmula ya se probó a comienzos de los años noventa y fue rápidamente abandonada por razones prácticas. Una serie de fracasos desde Somalia hasta Ruanda demostraron su ineficacia. Pero también porque indujo a un cuestionamiento de los fundamentos y principios que rigen la acción humanitaria. Lo que subsistió de esta estrategia especialmente desde el 2001, los Provincial Reconstruction Teams (PRT) en Afganistán, confirmó su carácter discutible. En segundo lugar, esta presencia militar-humanitaria no es aquella del caballero blanco que desembarca en un territorio carente de toda ayuda. En efecto, incluso antes de su despliegue, las ONG haitianas o internacionales como Médicos Sin Fronteras (MSF), Acción contra el Hambre (ACF) y CARE ya habían socorrido a la población en el marco del CICR (Comité Internacional de la Cruz Roja) y varias Cruz Rojas nacionales. La única rama francesa de MSF (Médicos sin fronteras), desplegó en unos cuantos días en Haití por ejemplo, cuatros hospitales en containers y estructuras inflables, y desde enero, se han atendido a varios miles de heridos. En cuanto a ACF, ésta brinda asistencia diaria a 100 000 personas gracias a sus programas de Agua-Saneamiento-Higiene (WASH). Finalmente, Solidarités, Oxfam, CARE, la Cruz Roja francesa y diversas agencias de las Naciones Unidas jugaron y juegan aún hoy en día un papel clave en el ámbito de los desalojados y desplazados.
La rapidez con la que los Estados discutieron la reconstrucción en el ámbito internacional durante la Conferencia de Nueva York del 31 de marzo de 2010 parece acreditar la idea de que la crisis humanitaria habría llegado a su fin. Pero dicha crisis continúa ya que el contexto de post-urgencia no puede limitarse a simples factores técnicos la cantidad de desalojados, heridos, desplazados internos hacia otras ciudades o el campo, edificios destruídos ni tampoco a una duración de algunas semanas. La crisis va a durar varios meses, incluso uno o dos años. Las necesidades humanitarias a corto plazo siguen siendo considerables y actualmente la prioridad consiste en preveer y asignar un presupuesto a las financiaciones, así como a los Recursos Humanos y materiales que permitan enfrentarlas. Existe entonces un peligro real al observar el período de lluvias, tormentas tropicales y ciclones como factores agravantes. Esto significa que la reconstrucción de Haití supone que toda la población civil se implique en ello, a través de las ONG pero también de las asociaciones de la diáspora, tanto como de las sociedades civiles de los socios internacionales.
Este temblor de tierra, finalmente, ha puesto en evidencia un tema que durante mucho tiempo ha sido subestimado y que debería de ahora en adelante figurar en la agenda internacional. En un planeta cada vez más urbanizado y poblado 25 ciudades de más de 10 millones de habitantes en 2025, entre las cuales 10 tendrán más de 20 millones de habitantes este tipo de catástrofe provocará en los próximos decenios pérdidas humanas y materiales considerables, particularmente en los países pobres. Al respecto, Haití demostró que una población, cuanto más viva en situación de precariedad, más aumenta automáticamente su vulnerabilidad a las catástrofes. Como consecuencia, la problemática de la coordinación entre todos los actores se impone con mayor intensidad. No obstante, si el dispositivo de gobernanza mundial humanitaria pasara ser de facto bajo la tutela de los Estados, el rol-eje de los actores no-gubernamentales y las agencias de las Naciones Unidas se vería cuestionado. El nivel óptimo de auxilio y asistencia a las víctimas podría verse subordinado a consideraciones políticas, con un eventual riesgo de malversación y una drástica disminución de la ayuda.
Referencias
Action Aid, The Evolving UN Cluster Approach in the Aftermath of the Pakistan Earthquake : An NGO Perspective, Londres, Action Aid International, 2006.
Adinolfi Costanza, Bassiouni David, Lauritzsen Halvor, Williams Roy, Humanitarian Response Review, OCHA, New York, Geneva, 2005.
Chevallier Éric, « Politique et catastrophes naturelles », Questions internationales, Paris, La documentation française, 2006.
FICR, Rapport sur les catastrophes dans le monde, Genève, HCR, 2009.
Makki Sami, Militarisation de l´humanitaire, privatisation du militaire, Paris, CIRPES, Coll. Cahiers, 2004.
Ryfman Philippe, Une Histoire de l´humanitaire, Paris, La Découverte, 2008. Coll. Repères.
Mar 18, 2010 | China, Derechos Humanos, Industria digital, Passage au crible (espagnol)
Por Alexandre Bohas
Traducción : Daniel Del Castillo
Passage au crible n°18
La empresa Google anunció en enero de 2010 que ya no censuraría más sus propios contenidos, como lo había hecho hasta ahora, a petición del gobierno chino. Pero implicada en una lucha de fuerzas, ahora se arriesga a tener que renunciar a éste mercado.
> Contexto histórico
> Marco teórico
> Análisis
> Referencias
Contexto histórico
Las industrias de la informática y las telecomunicaciones son inducidas a colaborar con los poderes públicos, que esperan obtener informaciones sobre las acciones ilegales perpetradas en la red. No obstante, y contrariamente a competidores como Yahoo!, la empresa Google siempre se ha mostrado muy reacia a suministrar estas informaciones. Rechazó incluso cooperar con el Ministerio norteamericano de Justicia, con respecto a varios casos de pornografía. Por esta razón, muchos observadores se sorprendieron cuando sus dirigentes aceptaron, en el 2006, las restricciones impuestas por Pekín. Sin embargo, hace poco Google decidió no someterse más.
Es necesario señalar que el sector de Internet crece en China siguiendo un ritmo anual del 40% y reúne 340 millones de usuarios, hasta el punto de convertirse en el primer mercado mundial. Como reacción a este desarrollo excepcional, el régimen comunista instauró como lo hicieron Siria, Arabia Saudita e Irán instrumentos jurídicos y policíacos destinados a su control. No menos de 30 000 personas verifican la aplicación de los sesenta (60) reglamentos que componen la legislación de ésta área: el dispositivo escudo dorado que bloquea los portales no deseados desde 1998. Al respecto, un equipo de investigadores de Harvard estableció que 18 931 portales eran inaccesibles por razones políticas. Además, las autoridades siguen defendiendo en este ámbito un proteccionismo disimulado. En efecto, a semejanza de otros inversionistas extranjeros, Google fue una víctima regular de los ciber-ataques a sus sistemas informáticos, y se vio obligada a enfrentar acusaciones sin fundamento, como que este motor de búsqueda favorecería la difusión de contenidos pornográficos.
Marco teórico
1. La oposición hegemónica al soft power norteamericano. Al censurar masivamente el acceso y la expresión digital, el gobierno chino quiere seleccionar la forma de vida y las representaciones colectivas divulgadas por las compañías multinacionales. Estos saberes engendran problemáticas de poder que Joseph Nye subestimó, al designarlos con la expresión de soft power. A través de la influencia que ejercen en las sociedades extranjeras, estos saberes son, al contrario, el origen del poder estructural de los Estados Unidos. Esta dimensión cultural permite explicar las tensiones actuales entre Google y China, contradiciendo las teorías clásicas de Robert Gilpin, John Mearsheimer y/o Robert Keohane entre otros que limitan sus análisis a cuestiones económicas y militares.
2. La creciente pluralidad político-económica de la esfera internacional. Para no reducir este conflicto a las relaciones interestatales, resulta entonces más conveniente analizar el caos de las cuestiones mundiales en toda su complejidad: a) en el marco de las relaciones Estados/compañías, como lo abordó Susan Strange; b) teniendo en cuenta la creciente pluralidad de las actividades económicas, culturales y políticas, como lo afirmó Philip Cerny. Siendo una consecuencia de la globalización, la pluralidad conlleva a la construcción de una esfera mundial atravesada por una diversidad en aumento, de actores con discursos diferentes, incluso opuestos. De esta manera, se entiende que los objetivos de rentabilidad y de supremacía comercial puedan conducir a Google a movilizar la opinión pública en favor de ciertos ideales políticos.
Análisis
El gobierno chino considera Internet como un medio de comunicación peligroso, porque a nivel mundial funciona en red y sin autoridad determinada. Tras construir un espacio de expresión política, la red se establece de facto como un espacio público sin control y potencialmente peligroso para el poder establecido. Pero al mismo tiempo, como medio de comunicación, Internet encierra gran cantidad de información sobre los oponentes al Partido Comunista. Hay que señalar que como motor de búsqueda y proveedor de servicios en la red, Google fundamenta su éxito comercial en la confianza que le atribuyen los usuarios y su capacidad para tramitarles informaciones de todo tipo. Por otro lado, la cultura anglosajona, basada en el respeto de las libertades individuales, inspira su funcionamiento, porque cada individuo puede comunicarse libremente, interactuar e intercambiar con cualquier otro. Para los dirigentes, la apropiación de esta herramienta por parte del pueblo chino podría favorecer comportamientos subversivos, aptos para desarrollar la libre expresión y el desequilibrio del régimen. Tales elementos se presentan difícilmente conciliables con el carácter autoritario de la República Popular.
Por otro lado, las acciones restrictivas de los poderes públicos, sacan a la luz la profunda oposición del sistema internacional, dominado por los Estados Unidos. En efecto, la RPC (República Popular China) se confirma como un rising challenger (una potencia emergente), retomando la expresión de Robert Gilpin en su análisis sobre los conflictos hegemónicos. Gracias a su prosperidad, la RPC se erige cómo un modelo original de desarrollo capitalista. Mientras que Washington celebra la sociedad de libre mercado, cimentada en la propiedad privada y los derechos individuales, el Imperio del Medio propone, por su parte, una organización social bastante jerarquizada y autoritaria, dónde el Estado juega un papel principal. Ciertamente, éste último se adaptó al capitalismo mundial, pero a pesar de todo continúa rechazando la evolución socio-política de carácter occidental.
Este nuevo incidente entre el poder central y Google se da en una configuración económica en la que la compañía se encuentra muy lejos de su rival Baidu, ya que a pesar de sus 600 millones de dólares de ingresos anuales, el operador norteamericano sólo posee el 31% del mercado. Mientras que por el contrario, su oponente chino alcanza el 63%, desarrollando sus ingresos a un ritmo del 39% anual. El atraso de la empresa norteamericana es entonces considerable. Pero también, dentro de este contexto, su decisión de no censurar más sus contenidos le confiere a la vez una gran legitimidad y un vasto capital mediático, erigiéndose como el defensor de los internautas y sus libertades. A este valor simbólico, se le suma una ventaja en la competencia, ya que las informaciones censuradas se encuentran únicamente en su portal, lo que aumenta el uso de este motor. Finalmente, este lucha de fuerzas demuestra en qué medida el Derecho a la información y las libertades públicas están instrumentalizados por un actor no-estatal, en el marco de la configuración Estados/compañías.
Cualquiera que sea el desenlace de este conflicto, las tensiones observadas destapan una contradicción en las tesis evolucionistas que apuntan a la lógica de la transición democrática, que creen percibir en la apertura económica china, un primer paso hacia la democratización del régimen. Al contrario, China promueve otro modelo socio-político, diferente al de Occidente, lo que le convierte en un verdadero contrincante de la supremacía norteamericana.
Referencias
Gilpin Robert, War and Change in World Politics, Cambridge, Cambridge University Press, 1981.
Bohas Alexandre, « The Paradox of Anti-Americanism : Reflection on the Shallow Concept of Soft Power », Global Society, 20 (4), oct. 2006, pp. 395-414.
Cerny Philip G., Rethinking World Politics : A Theory of Transnational Neopluralism, Oxford, Oxford University Press, 2010.
Damm Jens, Thomas Simona (Eds.), Chinese Cyberspaces : Technological Changes and Political Effects, London, Routledge, 2006.
Hughes Christopher, Wacker Gudrun (Eds.), China and the Internet : Politics of the Digital Leap Forward, London, Routledge, 2003.
Nye Joseph, The Powers to lead, Oxford, Oxford University Press, 2008.
Strange Susan, Stopford John, Rival States, Rival Firms : Competition for World Market Shares, Cambridge, Cambridge University Press, 1991.
Zittrain Jonathan, Edelman Benjamin, « Empirical Analysis of Internet Filtering in China », Harvard Law School, 20 March 2003, disponible sur l´adresse internet : http://cyber.law.harvard.edu/filtering/china/.