Por Jenna Rimasson
Traducción : Daniel Del Castillo
Passage au crible n°21
El 30 de abril de 2010, el presidente chino Hu Jintao inauguró la Exposición Universal de Shanghái, que se durará hasta el 31 de octubre del mismo año. Después de la organización de los Juegos Olímpicos de Pekín en agosto de 2008, el mundo entero se vuelca nuevamente en la República Popular China (RPC). Cerca de 72 000 voluntarios presentes en el lugar de la Exposición – además de otros 100 000 – repartidos en toda la ciudad recibirán a los visitantes chinos y extranjeros durante este evento. Izando las banderas de 182 países y 57 Organizaciones Internacionales, Shanghái propone la edición más costosa de todos los tiempos, provista de un presupuesto de 4,2 mil millones de dólares, casi 5 mil millones si se toman en cuenta los gastos de acondicionamiento de la ciudad.
> Contexto histórico
> Marco teórico
> Análisis
> Referencias
Llevada a cabo en Londres en el año de 1851, durante el auge de la Revolución Industrial, la primera Exposición Universal tenía como objetivo presentar las novedades tecnológicas de los diferentes Estados participantes. El 22 de noviembre de 1928, 31 países firmaron en París una Convención que instauró la Oficina Internacional de Exposiciones o BIE (Bureau International des Expositions), con el fin de reglamentar la organización de estas manifestaciones. Más tarde, dicha Convención fue modificada por diferentes protocolos y enmiendas, el último de los cuales data de 1988. Hoy en día la Convención cuenta con 157 Estados adherentes, entre los cuales brillan por su ausencia los Estados Unidos. Con sede en París, el BIE es el encargado de promover la confianza y solidaridad entre las culturas del mundo gracias a dos tipos de exposiciones: las Exposiciones internacionales (especializadas) o Exposiciones internacionales reconocidas, y las Exposiciones Universales o Exposiciones internacionales registradas.
Al reunir a los delegados de los Estados, las Organizaciones Internacionales, así como la sociedad civil, las exposiciones representan los escaparates privilegiados dónde se manifiestan sus ventajas comparativas, en el marco de una competencia pacífica. En el pasado, también han teatralizado sus conquistas coloniales, para después exhibir el período de la Guerra Fría, especialmente durante la Exposición Universal de Bruselas (1958). Si bien inicialmente todos los participantes eran acogidos en una misma construcción central, hoy en día cada uno edifica su propio pabellón, rivalizando entre ellos con sus proezas arquitectónicas. Al respecto, hay que recordar los ejemplos emblemáticos de la Torre Eiffel de París (1900), el Atomium de Bruselas (1958), el Space Needle de Seattle (1962) y también la Biósfera de Montreal (1967).
1. El poder estructural. Este concepto se distingue del poder relacional, propio de la escuela Realista. Forjado por Susan Strange, se refiere a la capacidad que tienen ciertos actores de influir en la política internacional. Incluye las estructuras de seguridad, producción, conocimiento y las finanzas. En este caso, sólo las tres últimas importan. En efecto, los participantes le atribuyen una visibilidad a algunos de sus productos nacionales, productos que requieren conocimientos y técnicas especializadas ilustrando así el principio de Foucault según el cual, el conocimiento constituye un poder- implicando la movilización de fondos tanto públicos como privados.
2. El soft power. Sin limitarse a cuestiones de influencia y persuasión, este concepto caracteriza un proceso de atracción cultural e ideológica, que se diferencia del poder tradicional de tipo militar y económico.
Gracias a esta Exposición Universal, China despliega toda su magnificencia. Así lo demuestra el pabellón chino que domina el conjunto del parque de exposiciones con sus 49 metros de alto, que los chinos prohibieron a los otros participantes sobrepasar. A causa de esta fastuosidad y ostentación, China ejerce una violencia simbólica a las otras naciones. Tras permanecer al margen del sistema mundial hasta los años ochenta, China se convirtió después en mero taller de la economía internacional y hoy en día no acepta más verse sometida a la globalización. Al contrario, a partir de ahora prevé formar parte de sus principales líderes. Esta ambición de reconfigurar el orden mundial se apoya sobre todo en la difusión del soft power, como la fuerza china de proyección mundial conquistadora. De esta manera se entiende porque los espectáculos organizados durante esta exposición no son nada anodinos. Mencionemos especialmente las presentaciones de artes marciales de Wudang y Shaolin que atraen a un público internacional, sobre todo después del éxito planetario de la película Tigres y Dragones. Igualmente, el espectáculo del té o también aquel de las marionetas y sombras chinas dirigido a un público más joven realzan esta doble lógica de imposición y seducción.
Las autoridades chinas recalcan sistemáticamente las especificidades culturales para reforzar la cohesión con la diáspora y, más ampliamente, con la totalidad de los países asiáticos, ya que China pretende ser su portavoz. Recordemos al respecto que la mascota de la Exposición Universal Haibo fue dibujada a partir de la letra china 人 (ren: Hombre), así como el logo de Expo Shanghai 2010 que representa la letra 世 (shi: Mundo). Mientras que el inglés suplanta progresivamente a ciertos idiomas para imponerse como el esperanto del comercio y la diplomacia, el chino es a contrario considerado como el vector privilegiado de una estrategia de resistencia, incluso de contra-ofensiva lingüística y cultural.
Conforme a los reglamentos del BIE, que exigen la adopción de un tema propio para cada Exposición Universal, las autoridades chinas escogieron aquel de “mejor ciudad, mejor vida”. Se trata de que China se erija como un actor ineludible de las dinámicas de la modernidad (urbanización, desarrollo durable, solidaridad internacional). En lo que a esto respecta, la ayuda presupuestal atribuida por China a los países africanos para financiar su participación, confirma su ambición de posicionarse como el futuro hegemon ahora que el XX Foro Económico Mundial sobre África acaba de abrirse en Dar-es-Salaam (Tanzania), y que su objetivo es “reconsiderar la estrategia de crecimiento en África”. Por otro lado, la instalación del termómetro más alto del mundo (165 metros) en el centro del parque de exposiciones, constituye igualmente la prueba del interés chino por las cuestiones ambientales, mientras que este país posee el récord mundial en valor absoluto de emisiones de gases a efecto invernadero. Finalmente, frente a las condenas internacionales por las violaciones a los derechos de propiedad intelectual, las autoridades chinas aprovecharon Expo Shanghai 2010 para promover una vasta campaña contra la piratería y las imitaciones.
A pesar del costo récord de organización de la Exposición, recalcado por una buena cantidad de observadores, es conveniente tomar en cuenta la potencialidad de la restitución de la inversión. Ésta contribuye en efecto a facilitar la negociación incluso la conclusión de importantes contratos comerciales especialmente con los veinte dirigentes extranjeros presentes durante la ceremonia de inauguración. Dentro de esta misma lógica, Nicolas Sarkozy obtuvo por ejemplo los suministros para una fábrica de tratamiento de combustible nuclear.
A pesar la crisis actual de las finanzas mundiales, China que desde el 25 de abril de 2010 es el tercer accionista del Banco Mundial hace alarde hoy en día de una insolente imagen de prosperidad. Al acoger un evento basado en las innovaciones tecnológicas y al servicio del crecimiento económico, China demuestra su capacidad de impulsar el movimiento de descentralización de la economía mundial.
Kita Julien, La Chine, nouvel acteur du système multilatéral, Compte-rendu du séminaire : China : a New Player in the Multilateral System, 18 avril 2008, IFRI, Paris, 18 Juillet 2008.
Kurlantzick Joshua, Charm Offensive, How China’s Soft Power is Transforming the World, New Haven, Yale University Press, 2007.
Site officiel du Bureau International des Expositions disponible à l’adresse Internet http://www.bieparis.org/site/fr.html [5 mai 2010].
Site officiel de l’Exposition Universelle de Shanghai 2010, disponible à l’adresse Internet http://fr.expo2010.cn/ [5 mai 2010].